THREE (Ji-woo Kim, Nonzee Nimibutr & Peter Chan) / 2002: Hye-su Kim, Bo-seok Jeong, Jeong-won Choi, Jung-won Jang (segmento MEMORIES); Suwinit Panjamawat, Kanyavae Chatiawaipreacha, Pornchai Chuvanon, Anusak Intasorn, Pattama Jangjarut (segmento THE WHEEL); Leon Lai, Eric Tsang, Eugenia Yuan, Ting-Fung Li, Tsz-Wing Lau (segmento GOING HOME).

   Tres historias de irregulares resultados, aunque en general entretenidas, presentadas por tres directores asiáticos.

   En la primera (Memories - 5), la más floja, Kim, realizador de la muy superior 2 hermanas, 2003, nos presenta a un joven que vive desesperado tras la desaparición de su mujer, sin recordar que él mismo fue su asesino. Se trata de una copia de El sexto sentido, M. Night Shyamalan, 1999, pues la chica fallecida actúa tal y como si siguiera viva, interactuando con el mundo de los mortales sin darse cuenta de su situación hasta que se desvela la supuesta sorpresa final.

   La segunda (The wheel – 6) narra la historia de un marionetista que ignora la maldición que pesa sobre las máscaras y títeres de su maestro fallecido, la cual condena a todo tipo de males a aquella persona que tome en posesión dichos objetos y no se deshaga de ellos. El mismo titiritero y sus allegados pagarán las consecuencias. Apariciones fantasmales vistas en otras películas similares y un final en el que descubrimos que todo ha sido un sueño (sin duda, lo peor del relato) para un segmento ligeramente superior al anterior.

   Lo mejor llega en el tercer acto (Going home – 7,5): La perturbadora historia (enfermiza y romántica, si dicha combinación es posible) de un hombre que cuida a su mujer bañándola, peinándola, cortándole las uñas y hablando con ella día tras día con la esperanza de que vuelva a la vida, pese a que lleva varios años muerta, no puede calificarse más que de inquietante y aterradora (pone los pelos de punta ver al hombre afanarse en dichas tareas mientras contemplamos el gesto imperturbable de la joven fallecida), pero a su vez intuimos que el protagonista no está loco, sino que es una buena persona que cree realmente que su esposa, a la que ama fervientemente, volverá a la vida. El giro final, en el que el hombre muere atropellado persiguiendo la ambulancia que transporta el féretro con el cuerpo de su amada, mientras ésta resucita lentamente en el interior del mismo y toma consciencia de dónde se halla y de que todo el tiempo de espera para volver con la persona a la que quiere ha sido en vano, mientras recuerda cómo antes fue su marido el que padeció una larga enfermedad que acabó con él, sometiéndole ella al mismo tratamiento y logrando devolverle la vida, nos hace confirmar nuestras sospechas de que el hombre no estaba ido, y cierra de manera dramática un genial esbozo acerca de la fatalidad y la adversidad que rodean al ser humano en general y al amor en particular.

   Un brillante broche de oro envuelto en un halo de tragedia para cerrar el trío de historias, que deja en el espectador un poso de tristeza y amargura ante la imposibilidad del reencuentro de dos personas que se aman de manera sincera.

(6/2)