Faculty, The (Robert Rodriguez - 1998) - Página web de scitefan

FACULTY, THE (Robert Rodriguez) / 1998: Elijah Wood, Jordana Brewster, Clea DuVall, Laura Harris, Josh Hartnett, Shawn Hatosy, Salma Hayek, Famke Janssen, Piper Laurie, Christopher McDonald, Bebe Neuwirth, Robert Patrick, Usher Raymond, Jon Stewart, Daniel von Bargen, Harry Knowles, Susan Willis.

El instituto Harrington High sobrevive en penosas condiciones, tanto para sus profesores como para su alumnado, que se ven obligados a dar y recibir clases en unas instalaciones ruinosas y obsoletas en las que prácticamente nada funciona. Las cosas empeoran significativamente cuando una entidad alienígena comienza a apoderarse en primer lugar de los maestros y posteriormente de los estudiantes, privándolos de cualquier tipo de sentimiento afín al ser humano, y comenzando así una invasión que puede extenderse de manera global a lo largo y ancho del planeta.

Un simple vistazo al argumento sirve para darnos cuenta de que nos encontramos ante un remedo de filmes como La invasión de los ladrones de cuerpos, Don Siegel, 1956, o La cosa, John Carpenter, 1982, pasados por el tamiz teenager que tan buenos resultados le dio a Kevin Williamson en Scream, Wes Craven, 1996, y secuelas. El problema es que el guionista dio en el clavo en los libretos que realizó para la tetralogía del enmascarado Ghostface (se hizo cargo de todos salvo del de la tercera parte, escrito por Ehren Krueger), pero cuando intentó proseguir su camino fuera de la saga, fracasó estrepitosamente, tanto en su labor como escritor (suyos son los argumentos, además del de la película que nos ocupa, de Sé lo que hicisteis el último verano, Jim Gillespie, 1997 -si bien salvable, ni de lejos al nivel de los de la serie mencionada-; o de la lamentable La maldición, Wes Craven, 2005) como en la de director (suya es la inane Secuestrando a la Señorita Tingle, 1999, de la que también escribió el libreto).

En esta ocasión se alía con Rodriguez, capaz de pergeñar tanto películas entretenidas (Abierto hasta el amanecer, 1996; Planet terror, 2007; o Machete, 2010), aunque fallidas en el fondo, como otras que solo se pueden calificar de infaustas (la saga Spy kids -2001, 2002, 2003 y 2011-, o Las aventuras de Sharkboy y Lavagirl, 2005). Lo mejor que se puede decir de The faculty es que estaría englobada dentro del primer grupo. Lo peor, que de todas las mencionadas es la más irregular. La película comienza de manera sobresaliente (el asesinato -la sombra de Scream es alargada- de la directora Drake -Neuwirth- a manos del entrenador Willis -Patrick- y de la profesora Olson -Laurie, la madre de Carrie, Brian De Palma, 1976-; la presentación de los protagonistas, con sus nombres resaltados en pantalla, presentándonos en breves pinceladas su personalidad. Tenemos así a la pija, al pardillo, al traficante, a la gótica, al deportista, y a la novata virginal. Es decir, puro estereotipo, aunque en esta ocasión los cánones habituales se subvierten a lo largo y ancho del metraje, quedando definitivamente alterados al final -la gótica, supuestamente lesbiana, acabará con el deportista, que intenta alejarse de su imagen de chico guapo al que solo se le valora por su carrera deportiva; el pardillo terminará saliendo con la pija, que demuestra tener más cerebro del presupuesto inicialmente; el traficante será el que aporte la solución definitiva para deshacerse de la amenaza; mientras que la chica virginal resultará ser… el horroroso y terrible monstruo del espacio exterior que intenta acabar con la humanidad y que, evidentemente, se llevará lo suyo-; el hallazgo del organismo extraterrestre en el campo de rugby por parte de Casey -Wood- y la posterior secuencia en el laboratorio, donde el animal cobra vida al mojarse accidentalmente, atacando al profesor Edward Furlong -parece más un homenaje que una casualidad que el nombre y el apellido coincidan con los del actor que da vida a John Connor en Terminator 2: El juicio final, James Cameron, 1991, el joven que se enfrenta a vida o muerte al T-1000 al que interpretaba… Robert Patrick-, cuyo rol aborda Stewart -atención a la notable escena en la que la criatura abre las mandíbulas, mostrando sus fauces-; el incidente en las duchas del vestuario masculino, donde la moribunda profesora Brummel -Willis- pide ayuda a Stan -Hatosy-, que observa con repulsión como parte del cuero cabelludo de la anciana cae al suelo; o el ataque que sufre Rosa -Hayek- a manos de sus compañeros en la sala de profesores, escena a la que asisten como testigos Casey y Delilah -Brewster-, ocultos en el armario, que observan impotentes como la joven es transformada), pero en el momento en el que todos los tutores son poseídos por la entidad extraterrestre, saliendo de escena y adueñándose de la misma el joven reparto, la calidad baja considerablemente (salvo cuando regresan alguno de los adultos, caso de Patrick o una espectacular Janssen, que sufre una transformación más que beneficiosa una vez que es tomada), tal y como se puede comprobar en escenas como la del ataque de Furlong a los protagonistas, que acaba con uno de los bolígrafos en los que Zeke (Harnett) guarda la droga que vende a sus compañeros clavado en el ojo del profesor, comprobándose las nefastas consecuencias que la sustancia tiene para el alienígena (sí, las drogas de diseño vencen al invasor, otro punto más a favor de la mencionada subversión y del matiz políticamente incorrecto que otorgan Rodriguez y Williamson al filme); o aquella en la que los miembros del grupo se someten, uno por uno, a la acción del alucinógeno, con el fin de comprobar si alguno de ellos reacciona al mismo (escena que plagia-homenajea a la que tiene lugar en la ya mencionada La cosa, donde los protagonistas verificaban sus muestras de sangre). Ambos momentos carecen casi por completo de tensión, de intriga (incluso el flashback que veremos posteriormente, en el que descubrimos que Beth -Harris- no se tomó la droga, sirviéndose para ello de unos membranas en la nariz y de su dedo en forma de tentáculo, con el que tira la sustancia, resulta tramposo en grado sumo y demuestra la escasa confianza en la inteligencia del espectador por parte de director y guionista), y parecen rodados incluso con desidia, aunque el segundo tiene cierta gracia, pues el compañero contagiado aprovecha el colocón del resto para huir. La situación no mejora demasiado en el tramo final, cuando el monstruo digital (bastante flojo) cobra protagonismo, siendo eliminado de forma un tanto ridícula al ser atrapado por las gradas del pabellón, clavándole posteriormente uno de los bolígrafos en el ojo.

Eso sí, Williamson es fiel a su costumbre de plagar el metraje de referencias y homenajes de todo tipo, lo cual es de agradecer: Zeke vende películas eróticas a sus compañeros en las que, según él, se pueden ver escenas picantes protagonizadas por Neve Campbell y Jennifer Love Hewitt (protagonistas de las sagas de Scream y Sé lo que hicisteis el último verano respectivamente); uno de los policías que interroga a Casey es Duane Martin, que diese vida a Joel, el ayudante de Gale Weathers en Scream 2, Wes Craven, 1997; en el diálogo que mantienen el susodicho Casey y Stokes (DuVall) en la biblioteca, ésta menciona La invasión de los ladrones de cuerpos, así como el libro en que se basa (“Los ladrones de cuerpos”) y a su autor (Jack Finney), acusando a éste de plagiar la novela “Amos de títeres”, de Robert A. Heinlein. También alude a las vainas de la primera y los parásitos de la segunda de las obras, así como otros dos filmes de temática alienígena como son E.T. el extraterrestre, Steven Spielberg, 1982; u Hombres de negro, Barry Sonnenfeld, 1997. Mientras, el joven se refiere a la serie Expediente X y a los dos directores mencionados, así como a Lucas y Emmerich, sugiriendo que todos ellos podrían ser extraterrestres.

Finalmente reseñar la banda sonora, compuesta por canciones relacionadas con la trama (el filme se abre con la estupenda “The kids aren´t alright”, de The Offispring, e incluye versiones -descafeinadas- del “School´s out” de Alice Cooper, o del “Another brick in the wall”, de Pink Floyd), y el score, de Marco Beltrami, que calca ciertos pasajes de Scream (la escena del ataque del monstruo en la piscina, sin ir más lejos).

(5,5/4)

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