DARK WATER (Hideo Nakata) / 2002: Hitomi Kuroki, Rio Kanno, Mirei Oguchi, Asami Mizukawa, Fumiyo Kohinata, Yu Tokui, Isao Yatsu, Shigemitsu Ogi, Maiko Asano, Yukiko Ikari, Shinji Nomura, Kiriko Shimizu.

   El director de la aterradora y genial The ring: El círculo, 1998 regresó a los terrenos del kwaidan eiga con esta predecible y sobrevalorada película (objeto incluso de un superior remake americano), en la que el espíritu de una niña, que falleció ahogada en un depósito de agua situado en la azotea de un edificio de apartamentos vuelve del más allá para reclamar la atención de una nueva progenitora que supla a la negligente madre natural que permitió que se produjese la tragedia. La elegida será Yoshimi (Kuroki, a la que personalmente no me creí en ningún momento en su papel de madre desesperada que pretende mantener la custodia de su hija ante su batallador ex-marido. En ocasiones parece ignorar a su hija –las veces en las que llega tarde a buscarla a la salida de la guardería-; en otras, su comportamiento es obsesivo, perdiendo los papeles y dando la sensación de no estar demasiado equilibrada –cuando intenta agredir a su ex-pareja delante de los agentes de la custodia de la pequeña-; y en las restantes, es incluso cargante -¿Cuántas veces repite el nombre de Ikuko, su hija, a lo largo de la película?-), una joven que se muda al bloque de viviendas junto a su hija pequeña. Allí empezarán a ser acosadas por una pequeña mochila, que tiene el don de reaparecer en los lugares más insospechados, pese a los vanos intentos de la desesperada madre por deshacerse de ella, y por las manchas de humedad y las goteras, cada vez más numerosas (así como se cuenta no suena demasiado aterrador. Visto en pantalla, tampoco lo es. Pese a todo, en ningún momento la protagonista se plantea abandonar una vivienda en estado ruinoso hasta el final, cuando el desenlace es ya inevitable). El caso es que la situación empeorará hasta el punto álgido, en el que se descubre que el piso superior está inundado a causa del espectro de la niña, que mora en él. La madre se sacrificará (¿Era necesario?) por su hija, que, en un epílogo de lo más cursi, vuelve a la casa varios años después para reencontrarse con el fantasma de su progenitora, que sigue habitando, junto al de la niña, en el lugar, y que le revela su sacrificio por amor.

(4/1)

CARÁTULAS Y POSTERS

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TRAILER JAPÓN 1

(Subtítulos inglés)

TRAILER ESPAÑA 1

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