ART OF THE DEVIL (Tanit Jitnukul) / 2004: Arisa Wills, Supakson Chaimongkol, Krongthong Rachatawan, Tin Settachoke, Somchai Satuthum, Isara Ochakul, Nirut Sutchart, Krittayod Thimnate.

   Boom (Chaimongkol) es una joven que se enamora de Prathan (Settachoke), un hombre adinerado, casado y con hijos con el que comenzará una relación adúltera. Cuando la chica se queda embarazada, acude a pedir ayuda económica al futuro padre. En un principio, y con el fin de mantener en secreto la infidelidad y salvar su matrimonio, el hombre accede a la petición, pero cuando Boom regresa a por más dinero, se niega violentamente. No contento con esto, él y varios amigos la violan. La reacción de la chica consiste en eliminar a toda la familia mediante brujería. La enorme vivienda en la que Prathan convivía junto a su mujer e hijos es heredada por su anterior esposa y por los vástagos que ésta tuvo con aquel. Todos ellos pasarán a ser el nuevo objetivo de Boom, empeñada como sea en hacerse con la casa para ella y su hija.

   Otro de esos productos asiáticos (en este caso tailandés) que si bien no se adscribe por completo a los parámetros del kwaidan eiga, sí que, al menos, los utiliza tangencialmente. En esta ocasión nos encontramos ante lo que parece una historia de venganza (la que lleva a cabo Boom contra Prathan y toda su familia), que con el paso de los minutos se transforma en una historia de avaricia y locura. De esta manera, la joven no se parará ante nada ni ante nadie para conseguir la vivienda del padre de su hija, haciendo que, una vez asesinado aquel y toda su familia, uno de los hijos de su anterior matrimonio se enamore de ella para introducirse en la vivienda e ir eliminando a sus habitantes. Para ello se valdrá de la labor de un brujo, que mediante vudú (de repulsivas y enfermizas se pueden calificar las escenas en las cuales el hombre introduce anguilas vivas o cuchillas por la boca de un cadáver en descomposición, o aquella en la que utiliza un feto para efectuar sus hechizos), acabará con la vida de todos y cada uno de ellos de las formas más horripilantes (uno de los hijos morirá en una habitación de hospital, asfixiado por un mar de babosas y serpenteantes anguilas; otro expelerá un montón de cuchillas por la boca, después de que éstas le destrocen el estómago), con la excepción de Nan (Wills) y su hermano pequeño. También sufriremos la aparición de un fantasma, el de la hija de Boom, que se aparece en varios lugares (el momento en el que lo vemos saltando en una cama y luego encaramado a una estantería resulta inquietante). Pese a lo anterior, la película nunca termina de despegar, resultando derivativa, tosca y bastante aburrida.

(3,5/5)